Conforme a las bases del Acuerdo de París de 2015, los países firmantes están obligados a presentar medidas para impedir que durante este siglo la temperatura del planeta incremente en más 2º y tratar de que se mantenga por debajo de 1,5º. Puesto que, tras comprobar que con los planes presentados no solo no se conseguirán estos objetivos sino que la temperatura incrementará en 3º, a António Guterres (Secretario General de la Naciones Unidas) no le ha quedado más remedio que adelantar la primera revisión de acuerdo, prevista para 2020, e instó a los países asistentes a la cumbre a anunciar o presentar sus revisiones durante el evento de 2019.
Una de las metas imprescindibles para contener el calentamiento global es lograr la “carbonización cero” para 2050, lo que reduciría drásticamente las emisiones de CO2 a la atmósfera. Para ello, durante la cumbre se ha propuesto fijar el coste que supone la emisión de gases contaminantes para que empresas y gobiernos puedan destinar ese dinero hacia otro tipo de sistemas más sostenibles.
77 países se han comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al cero neto para 2050, y 70 afirman que para el año que viene impulsarán sus planes de acción.
Precisamente ha sido la participación de grandes empresas una de las novedades de la cumbre de este año. 87 empresas importantes han puesto sobre la mesa su compromiso de reducir las emisiones y reconducir sus negocios hacia soluciones más sostenibles.
Pero si hay algo que destacar en la Cumbre Climática de este año es Greta Thunberg. La adolescente activista sueca ofreció un discurso sorpresa en el que dedicó un duro rapapolvo a los allí presentes, instando a los países participantes a actuar de forma inmediata. Más tarde, junto a otros 15 jóvenes activistas, interpuso una demanda en la sede de UNICEF contra 5 países adheridos a la Convención sobre los derechos de los Niños y que tienen el deshonor de ser de los países más contaminantes del planeta.
De acuerdo con el resumen oficial de la ONU, 12 países han asumido nuevos compromisos con el Fondo Verde del Clima. Entre ellos España, que anuncia 150 millones de euros en los próximos 4 años.
Además, 77 países se han comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al cero neto para 2050 (aunque muchas no especifican o ni siquiera saben cómo lo van a hacer), y 70 afirman que para el año que viene impulsarán sus planes de acción o bien que ya han comenzado a hacerlos realidad.
India y China, los dos países más poblados del mundo, y este último el que más gases de efecto invernadero emite, también han anunciado dos compromisos importantes, aunque con algunas lagunas. India se compromete a aumentar su capacidad de energía renovable a 175 GW en 2020 y llegar a alcanzar los 450GW, pero no menciona su intención de reducir su dependencia del carbón. Por su parte el país nipón, cuyo presidente no acudió a la cita, promete reducir a 12.000 millones de toneladas anuales sus emisiones (en 2014 alcanzaron la cifra récord de 12.300 millones) pero sin concretar cuándo llegará a su máximo de emisiones para comenzar a reducirlas.
Entre otras muchas promesas se pueden encontrar el compromiso de plantar 10.000 millones de árboles por parte de Pakistán, la negativa de Francia de mantener nuevas relaciones comerciales con países contrarios a las políticas del Acuerdo de París (con la nueva incorporación de Rusia a sus filas, lo que hace un total de 187 países firmantes) o el compromiso de la UE de destinar al menos el 25% de su próximo presupuesto a acciones relacionadas con el clima.
En definitiva, en palabras del propio António Guterres “aún queda mucho camino por recorrer” y admite que “nos estamos quedando sin tiempo”, aunque también destaca que es una carrera que podemos ganar si ponemos todas las herramientas a nuestro alcance, como por ejemplo la tecnología.
