Al mismo tiempo, comenzará a aplicarse la ELD, Directiva de etiquetado energético, que regula el etiquetado para proporcionar detalles de la clase de eficiencia energética.
Estas directivas materializadas en reglamentos son de obligado y sólo los productos certificados en el cumplimiento de los requisitos de diseño ecológico podrán ser puestos en el mercado de la UE por los fabricantes.
Los productos poco eficientes energéticamente se irán retirando gradualmente del mercado. Apostar por producto altamente eficientes como las calderas de condensación, bombas de calor etc… es apostar por el ahorro y la eficiencia.
¿A qué equipos afecta la ErP?
La nueva Regulación ErP se aplicará a todos los aparatos de calefacción y equipos de calentamiento de agua vendidos dentro de la UE. Esto incluye calderas de gas y gasóleo, bombas de calor, unidades de microcogeneración, calentadores de agua, termos eléctricos y depósitos hasta 400 kW y 2000 L.
Y, ¿la ELD?
La ELD se aplica a productos/sistemas hasta 70 kW y 500 L, la gama más común en los hogares de los consumidores.
Esta etiqueta energética informa sobre la eficiencia energética de cada producto. Es como la que ya llevan los electrodomésticos (lavadoras, frigoríficos o aparatos de televisión). En ella se indica el modelo y marca del producto y la clase de eficiencia del aparato en calefacción y/o ACS.
Es importante tener en cuenta que una clase alta de eficiencia no tiene porqué ser la solución más eficiente o de mayor ahorro para el usuario. Es el instalador el que debe evaluar cada caso (tipo de edificio, sistema de calefacción etc...) y decidir cuál es el más óptimo en cada caso.
Los requerimientos de ecodiseño son necesarios para la certificación CE y la introducción de los productos en el mercado de la UE.¿Cuál es la diferencia entre los requisitos de ecodiseño (ErP) y la etiqueta energética (ELD)?
La etiqueta energética es una información obligatoria para el consumidor.
¿Qué tecnologías desaparecerán del mercado?
Con el tiempo, los requerimientos de diseño ecológico darán lugar a la eliminación de la tecnología ineficiente que no se encuentre a la vanguardia. Por ejemplo, a partir del 26 de septiembre no se podrán poner en el mercado de la UE calderas que no sean de condensación.