Qué definiríamos como sostenibilidad
Los conceptos sostenibilidad, eficiencia, casas pasivas o bioclimáticas, son términos ya muy presentes en la construcción. Concretamente podríamos definir que un edificio es sostenible si se ha diseñado y construido de manera respetuosa con el medio ambiente, empleando el mínimo de recursos que sean escasos o contaminantes y que durante su ciclo de vida el consumo de energía sea mínimo, es decir que perdure la eficiencia en el tiempo.
¿Qué parámetros nos ayudan a medirlo?
Todos los materiales que se emplean en la construcción consumen energía convencional y consecuentemente contaminan, desde que el mineral o el producto se extrae de la tierra, pasando por el trasporte, transformación y ejecución. Una de las partículas contaminantes emitidas es el dióxido de carbono CO2 que es uno de los causantes del efecto invernadero y, en consecuencia, del recalentamiento del planeta. En un futuro cercano todos los materiales empleados requerirán de un certificado que indique su huella de carbono y deberemos elegir aquellos que su valor sea mínimo. También será muy importante la calidad y durabilidad de los productos para evitar residuos. Otro parámetro fundamental que se deberá medir es la energía convencional y total que se consuma en el edificio o viviendas a lo largo del tiempo. Para completar este resumen, el usuario tiene el gran compromiso de hacer buen uso de los servicios de que dispone en la vivienda, sin malgastar más allá de lo necesario.
¿Cuánta energía consume en Europa la edificación en general y cuánto representan los servicios directamente relacionados con el confort en las viviendas: de calefacción, refrigeración y producción de agua caliente sanitaria (ACS)?
En Europa el sector de la edificación en sus distintas variedades, residencial, terciario etc., consume aproximadamente el 40% de toda la energía, es una cantidad muy cuantiosa. De este valor la calefacción, refrigeración y producción de ACS se lleva aproximadamente el 70%, lo que significa que estas instalaciones relacionadas con el confort gastan una importante cantidad de energía. Por ello, hay que aplicar toda la tecnología a nuestro alcance para reducir ese valor, sin detrimento del confort y además, que mayoritariamente se emplee energía procedente de fuentes renovables. Las instalaciones deben ser sencillas, duraderas, fáciles de mantener y de usar. Hay que conseguir que el dinero que las familias dedican a energía sea el menor posible, en estos momentos ya diseñamos sistemas que alcanzan reducciones del 75 y 80% respecto a la energía que una vivienda gastaba hace 25 años.
¿Cuál es el futuro cercano en la edificación, desde la perspectiva energética y medioambiental? ¿Qué es el concepto de “economía circular”?
El futuro cercano y en algunos casos ya es una realidad, la edificación va a ser energéticamente autosuficiente. Esto significa que los edificios podrán generar toda la energía que consuman, o bien que toda esa energía proceda de fuentes renovables que no emitan contaminación alguna. Pero además de tener en cuenta la energía, todos los materiales empleados deberán ser reciclables. Se evitarán los residuos y especialmente se reducirá el consumo de agua dulce (quizás el recurso imprescindible más escaso del siglo XXI). La prefabricación o industrialización de la vivienda contribuirá a estos objetivos. Ya es una realidad lo que se llama construcción seca El agua para el consumo humano también se aprovechará al máximo, recuperando agua e incluso recogiendo el agua procedente de la lluvia. Este conjunto de medidas es lo que se llama “economía circular”, que entre todos debemos esforzarnos para que el incremento de temperatura terrestre no sea superior a los que nos han dicho los científicos expertos. He simplificado mucho este concepto, porque es mucho más amplio, incluso existe un máster específico en la Politécnica solo dedicado a “Economía Circular”.
¿Qué es el confort en los edificios residenciales? ¿Hacia dónde caminan los sistemas y productos que proporcionan climatización y ACS en el sector residencial?
Todas estas medidas y objetivos hay que conseguirlos sin reducir lo más mínimo el confort de los usuarios, incluso se debe mejorar si cabe. El término de confort abarca: el bienestar termohigrométrico, es decir, temperatura y humedad adecuadas, calidad y cantidad de ACS, un bajo nivel sonoro y la calidad del aire que respiramos, este término entra más en el marco de la salubridad, pero como la ventilación consume energía debe ser eficiente. Este confort y con eficiencia, en calefacción y refrigeración lo conseguimos con instalaciones muy inerciales por suelo radiante, con aerotermia como generadores, uso continuo las 24 horas, especialmente exitosas en climas secos tipo continental como es el de Madrid. En un futuro cercano también el gas como combustible será parcialmente renovable, inyectando en la red un porcentaje de biogas o de hidrógeno ecológico. Así que las calderas de toda la vida, también seguirán proporcionado instalaciones confortables y respetuosas con el medio ambiente.
¿Qué es la aerotermia? ¿Qué servicios nos proporciona? ¿Cómo funciona? Y, ¿Por qué se considera energía renovable?
La aerotermia es una máquina también llamada bomba de calor aire/agua, que tiene una gran eficiencia, capaz de aprovechar la energía del aire exterior y trasladarlo al interior de la vivienda en invierno o mover el calor del interior de la vivienda al exterior en verano. El equipo de aerotermia calienta o enfría agua que es el fluido que lleva o quita la energía a los recintos climatizados y calienta el ACS. Son máquinas de altísimo rendimiento y tecnología que recupera la energía que contiene el aire exterior, incluso aunque su temperatura sea muy baja en invierno, en verano disipa calor procedente de la casa aunque la temperatura de la calle sea alta. Es capaz de conseguir que el 75% (o incluso más) de la energía útil que nos aporta en la vivienda sea así, gratis y ecológica, por ello se considera un sistema renovable (es lo que denominamos un rendimiento COP/EER de 4). El 25% restante normalmente consume energía eléctrica, aunque también hay bombas de calor a gas.
¿Se requiere un incremento de potencia eléctrica contratada?
Las viviendas con este sistema no necesitan incremento de potencia eléctrica, incluso necesitan contratar menos potencia que las viviendas de hace pocos años que disponían de preinstalación de aire o algún tipo de refrigeración tradicional. Me explico, una vivienda construida ahora en Madrid de 90 m2, con la legislación actual y con el sistema descrito, necesitaría una aerotermia con una potencia máxima de 4-5 kW para cubrir las necesidades de la hora más desfavorable. Con el rendimiento indicado del 400% que fácilmente alcanzamos, el consumo eléctrico máximo en esa hora es de 1,25 kWe, esta vivienda no necesitaría contratar más de 5 ó 5,5 kWe de potencia para todos los servicios de la casa, bastante menos que la electrificación que exigen las compañías distribuidoras, simplemente por disponer las viviendas de preinstalación de clima.
¿Por qué desaparecen las calderas de las viviendas de obra nueva?
En obra nueva y para calefacción no tiene porque desaparecer la caldera. Si es muy difícil en cambio cumplir el HE 4 del CTE 2019, para el ACS, pues es obligatorio que la energía sea renovable en el 60% o 70% y hoy por hoy el gas no lo permite, porque habría que poner muchísimos paneles solares térmicos, siendo mucho más sencillo, económica la instalación la aerotermia colectiva para el ACS. Así que como la tendencia es a dar también refrigeración, la misma aerotermia te proporciona los tres servicios, siendo renovable. Gracias al altísimo rendimiento que conseguimos y con una instalación muy simple.
Mi casa tiene caldera, ¿puedo sustituirla por aerotermia?
En cuanto a sustituir la caldera existente en vivienda habitada, no es tan fácil por el tema de agua caliente sanitaria, la caldera te produce de manera instantánea gracias a la alta potencia que tiene una caldera de gas, mientras que con aerotermia tenemos que ir a acumulación y este depósito ocupa un gran espacio del que no todas las viviendas disponen. Por lo menos las viviendas más habituales.
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Domingo González (KAM Nueva Edificación Vaillant Group)
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