El hidrógeno es el elemento más abundante del universo, pero para separarlo es necesario aplicar un proceso llamado electrólisis. Éste consume una gran cantidad de electricidad, pero gracias a la generación de energías renovables, como la eólica o solar, se puede hacer de una manera no contaminante e ilimitada. Como combustible ecológico tiene una producción y consumo neutral, climáticamente hablando, por lo que no genera contaminación ¿pero por qué se posiciona como uno de los principales vectores energéticos a largo plazo?
La clave está en que, a diferencia de otras energías renovables, el hidrógeno tiene la capacidad de ser almacenado como gas a presión o en estado líquido, lo cual permite gestionarlo con facilidad. Hasta ahora el almacenado de la energía renovable era el mayor reto tecnológico por solucionar, pero las pilas de combustible con hidrógeno pueden cambiar este paradigma definitivamente.
<<Cumpliendo la senda de descarbonización, la Unión Europea establece 2050 como el año límite para constituir una sociedad completamente descarbonizada gracias a la economía del hidrógeno.>>
Las políticas de futuro de la Unión Europea, como el Pacto Verde Europeo, ya planean el uso del hidrógeno verde para integrar el excedente de electricidad renovable y desplazar el uso de materias primas industriales fósiles por otras renovables. Esto permitirá, entre otras cosas, la electrificación total del transporte y, por tanto, la movilidad sostenible.
Visión 2050, la hoja de ruta española para la UE
El Ministerio de industria, junto al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, definen al hidrógeno renovable como «una solución sostenible clave para la descarbonización de la economía» desde el primer párrafo de su Hoja de Ruta 2050. Este documento permitirá alinear la economía española con los objetivos determinados por la Unión Europea en materia energética y ecológica.
El plan del Ministerio se plantea en tres fases diferentes, la primera establece entre 2020 y 2025 los siguientes objetivos fundacionales: instalación de 6GW de electrolizadores y conseguir producir 1 millón de toneladas de H2 (hidrógeno).
La segunda fase, 2025-2030, se torna más ambiciosa y busca ampliar horizontes, como llegar a los 40GW de electrolizadores que generen 10 millones de toneladas de H2. Se buscará que la industria española consuma un mínimo de 25% de hidrógeno, haciendo hincapié en refinerías y químicas. Por primera vez se introduce el sector del transporte en la Hoja de Ruta, buscando ampliar las flotas de autobuses públicos y vehículos ligeros del transporte alimentados por hidrógeno. También se incluye en el plan colocar puntos de repostaje por carreteras del país, trenes de hidrógeno en líneas sin electrificar y maquinaria pesada de carga en puertos y aeropuertos.
Por último, llegamos al objetivo final de Visión 2050 con un plan en plena madurez y desplegado a gran escala. El plan estratégico para economía española neutra (ELP 2050) busca, ya no solo alinearse con los acuerdos de París, sino superarlos. Se aumentaría notablemente el alcance en todos los objetivos de 2030 y unir el sector aviación y procesos energéticos industriales de alta temperatura. Adicionalmente se establecen una serie de metas estratégicas, como crear almacenamientos estacionales de Hidrógeno y aumentar tanto la producción que coloque a España como uno de los mayores exportadores europeos de esta fuente alternativa.
A pesar de que el hidrógeno verde suene a tecnología futura, todos los indicios apuntan a que esta fuente de energía limpia ha llegado para quedarse. Solo queda ver a qué velocidad se irán superando los diferentes retos que se plantean y en qué medida se va haciendo hueco en nuestro día a día.
En Europa, se está estudiando sustituir las redes existentes de gas por redes de hidrógeno. Actualmente, en España la cantidad de hidrógeno que transportan es del 5% y se calcula que en un periodo de 5 a 8 años este porcentaje se incremente hasta el 20%. Añadiendo esta cantidad de hidrógeno, se conseguirá un gas mucho más renovable y menos contaminante.
Vaillant Group, siempre a la vanguardia de la tecnología, ya se encuentra desarrollando una nueva generación de calderas que se adapten a este nuevo tipo de combustible, más beneficioso para el medio ambiente.